Testimonio

Quiero compartir mi testimonio para transmitir y contagiar mi mensaje de fe y esperanza, esa fe que siempre tuve y que me dio las fuerzas necesarias para mantenerme en este duro camino para el que Dios me eligió. Varias veces me preguntaba ¿por qué a mí me tocaba esto…?! Y alguien me respondió: ¿y por qué no…?!.

Me costó diez años y veintidós tratamientos lograr quedar embarazada, desde un primer momento empecé a venir al Padre Ignacio y pedirle que me ayudara que por favor me curara… venía a misa de embarazadas, la misa de jóvenes (hasta que mi edad no me lo permitió más…aunque yo igual insistía y me reprendía), a la misa de mujeres, sábados y domingos…cada vez que podía y lo torturaba al Padre pidiendo que por favor me curara, yo sabía que él podía, yo tengo la experiencia de personas muy allegadas a las que el Padre las curó y quería que hiciera lo mismo conmigo, depositando toda mi fe en él, a tal punto que mi marido me llamaba “Padre Ignacio dependiente”. El Padre me decía que ya iba a quedar, pero qué significaba “ya” en su vocabulario?...yo seguía insistiendo y no dejaba de asistir a sus bendiciones milagrosas. Y seguía intentando con los tratamientos, con una probabilidad de embarazo del 5-10% según varios médicos a los que había consultado, sabiendo que algún día mi sueño se haría realidad si el Padre ya me lo había dicho.

Recuerdo que en una de las tantas misas de embarazadas a las que asistí (hace 5 años atrás aproximadamente) cuando el Padre me vio me dijo: “otra vez vos”, a lo que contesté “sí y no quiero venir más por favor…!!!” y su respuesta fue: “sabes las veces que vas a venir” y así fue… pasaron cinco años más en los que seguí viniendo y pidiendo. El año pasado participe del vía crucis del Padre Ignacio donde viví una experiencia muy fuerte: ciento de miles de personas unidas pidiendo a Dios en un clima de muchísima fe y entrega…y por supuesto que mi pedido estaba ahí presente.

Ya el médico me había dicho que no había nada más por hacer y que si yo quería mientras me preparaba para tomar otra decisión, podíamos intentar un ICSI (con ciclo espontáneo sin estimulación ya que mi cuerpo no respondía). Y sumado a lo duro que es el camino, mucha gente, con buena intención por supuesto, opina sin conocer de qué se trata este camino y lo difícil que es transitarlo, me decían que ya estaba, que yo ya había hecho todo, que deje de sufrir y que tome otra decisión. A mí personalmente todo eso me hacía peor porque yo bien adentro mío sentía que mientras tuviera fuerzas iba a seguir intentando.

Y ese sentir interno, esa voz de Dios, ese mensaje esperanzador del Padre Ignacio cada vez que le preguntaba, le pedía y le lloraba por mi bebé, se convirtió en realidad el 28 de mayo del 2011 cuando tuve por primera vez un beta positivo!!! Efectivamente estaba embarazada, mi sueño se había hecho realidad!!! Dios había escuchado mi pedido, me había llegado el momento de ser madre!!! Mi marido prefería esperar dos días hasta el próximo análisis de sangre para compartirlo pero yo no, ya había esperado 10 años este momento y empecé a llamar para contar y a hacer llorar a tanta gente y desde ese día hasta el día de hoy no puedo dejar de llorar por la emoción que este milagro me provoca.

Por supuesto que al día siguiente estaba en la Iglesia Natividad del Señor agradeciéndole al Padre que ni bien me vio me puso la mano en la panza sintiendo la presencia de mi bebé que hoy tiene casi dos meses y es el mejor regalo que me dio la vida!!! Y el Padre Ignacio me dijo “Por fin venís con la panza, qué alegría me dio verte embarazada!!!”.

Gracias Padre Ignacio por haberme sostenido en esta lucha, sin las fuerzas y la esperanza que me transmitía en sus bendiciones no hubiese podido transitar tan largo y duro camino.

Hoy quiero decirles que no bajen los brazos, que sigan adelante, que Dios existe y nos escucha, que no pierdan nunca la fe que nos mantiene vivos, que la FE mueve montañas, que cuando el deseo es muy fuerte el sueño se hace realidad y la satisfacción y plenitud que hoy siento no la puedo explicar con palabras. Y que por algo Dios nos eligió para transitar este camino…

Mabel Hliba
Fecha: 20/03/2012.